El siglo XXI ha marcado muchos hitos tecnológicos en el campo del transporte. La forma en que nos desplazamos se ha visto completamente revolucionada por los avances de la alta tecnología. Pero en medio de todos los fuertes aplausos, también hubo un silencio ensordecedor que hoy es difícil ignorar. La creciente dependencia del gasóleo para calefacción ha alterado el equilibrio ecológico. Por tanto, es hora de centrarse en medios de transporte rápidos, eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
Las bicicletas eléctricas son parte de este movimiento. No sólo han estado en el mercado recientemente, sino que existen desde el siglo XIX. En la década de 1890, varios inventores de motores de bicicletas eléctricas obtuvieron numerosas patentes en los Estados Unidos. En 1920, una empresa alemana produjo en serie motores eléctricos para bicicletas. Se han realizado avances similares, pero las bicicletas tradicionales siempre han sido la mejor opción. Sólo la crisis del petróleo de 1973 y varios acuerdos medioambientales llevaron a gobiernos y empresas a reconocer los límites ecológicos.
Los expertos creen que los cambios climáticos actuales no tienen precedentes y que la gente necesita cambiar su forma de vida. Las bicicletas eléctricas no son la única solución, pero sí una de las más importantes. Alienta a las personas a cambiar a bicicletas eléctricas que mejoran la accesibilidad, reducen la huella de carbono, garantizan la seguridad y crean espacio para la reducción de costos. ¿Y cómo? ¡Pues lo sabrás!
Las bicicletas eléctricas no producen emisiones y funcionan con energía eléctrica procedente de una batería recargable. Por otro lado, un vehículo promedio propulsado por gasolina emite hasta 6 toneladas de dióxido de carbono al año. En Estados Unidos, un estudio ha demostrado que las bicicletas eléctricas son al menos 18 veces más eficientes energéticamente que los SUV. El Reino Unido prohibirá la venta de todos los automóviles que funcionen con combustible para 2035. Esto ha animado a la gente a pasarse a las bicicletas eléctricas.
Las bicicletas eléctricas tienen un diseño inteligente que permite a los ciclistas conducir sin problemas. Están equipados con baterías de iones de litio en lugar de baterías de plomo perjudiciales para el medio ambiente. Su diseño promueve un transporte respetuoso con el medio ambiente. Por supuesto, todo esto conduce a un estilo de vida mejor y más saludable para las personas de varias maneras. Un medio ambiente más limpio significa menos enfermedades, un estilo de vida más saludable y una mejor distribución de los recursos naturales. Durante esta pandemia, las ventas de bicicletas eléctricas aumentaron debido a su respeto al medio ambiente. Esto permitió a las personas mantenerse en forma para prevenir enfermedades.
Durante mucho tiempo, las bicicletas eléctricas no atrajeron mucha atención. Sin embargo, estamos un paso más cerca de librar al planeta de sus recursos no renovables. Aunque ya hemos contaminado el medio ambiente, debemos a nuestras generaciones futuras la responsabilidad de un medio ambiente mejor. Las bicicletas eléctricas son un gran paso hacia este objetivo. ¡No abandones un mundo que es nada menos que una cámara de gas! Todavía hay tiempo para deshacer el mal y todo comienza contigo. ¿Y cómo? ¡Consigue una bicicleta eléctrica!